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Ellos también se desnudan en las series

 

El desnudo en las serie está de moda. El desnudo es un reclamo importante en las series americanas o, cuando menos, una parte muy importante de los guiones de sus series en los últimos tiempos. Podríamos considerar que el desnudo forma parte de una cultura distinta, en la que el argumento implica liberación sobre los antiguos tabúes, que la moralidad respecto al cuerpo o a la sexualidad se ha rebajado, y que los cuerpos son enseñados sin tapujos para una sociedad global sin prejuicios. Pero también podemos pensar, con independencia de esto, que el cuerpo tanto de ellas como, en menor medida, de ellos, es un objeto de mercado y de venta usado para aumentar las audiencias de las más que competitivas productoras o distribuidoras como Netflix o HBO.

En este sentido nuestro cuerpo, a diferencia de el de ellos, está totalmente expuesto a la mercantilización. El desnudo femenino es un objeto de comercio masivo y un reclamo de primer nivel para la promoción de cualquier producto. El erotismo, la sexualidad, la naturalidad o el simple nudismo, la persona que está detrás de la piel y de los pubis rasurados, deja de ser un ser en sí mismo para convertirse en un objeto de mercado. Por qué ellos no se desnudan tanto en las series parece estar muy claro. Poco importa el el formato o incluso el país los desnudos femeninos son una constante mientras los masculinos son más bien excepcionales. Está claro que el cuerpo desnudo de la mujer es un reclamo y un síntoma de éxito, sin embargo también existen series en las que el desnudo masculino nos permite recrearnos también a nosotras un poco la libido y la vista.

Una de las series pioneras en destape fue Roma, una serie histórica que todos recordamos por sus escenas de sexo, de desnudo y sus luchas de poder entre sábanas. Aunque los desnudos femeninos fueron mayoría también pudimos deleitarnos con más de un desnudo masculino bastante interesante, como el de el general Marco Antonio interpretado por James Purefoy.

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Spartacus fue su más que digna sucesora. A diferencia de Roma esta producción sí fue una de las grandes series que nosotras pudimos disfrutar tanto o más que ellos. No tanto por las escenas de desnudos, que también, sino por los continuos torsos romanos que aparecen en casi cada secuencia, no en vano una serie sobre guerreros del extinto Imperio, que en realidad tienen una ajetreada vida sexual, y una, más habitualmente de lo normal continua lucha entre esclavos y amos, no podía ser de otra forma. Además tiene escenas sangrientas y mucha tensión no resuelta. Manu Benett, James Wells o John Hanna pasearon no sólo sus torsos desnudos sino otros lugares menos expuestos de su dotada anatomía.

Este argumento de poder y desnudos por algún motivo nos suena especialmente. Su gran heredera y más exitosa serie de HBO, de la que hablar es ineludible, continúa la tradición de las series históricas. Entre el poder, la venganza y el sexo, y una protagonista con la tendencia a salir de entre las llamas completamente desnuda, también se cuelan importantes largos argumentos para que nosotras también nos interesemos. Aunque son minoría y haya sido objeto de controversia, en la ya mítica Juego de Tronos podemos encontrar desnudos como el de Alfie Allen actor que interpreta a Theon Greyjoy, que pasea y utiliza su enorme dotación envidia de todos los siete reinos hasta su desdichado fin, dándonos escenas dignas del pause del mando a distancia.

Otras series de HBO también son para dejar las manos donde puedan verse. Una de ellas es Boardwalk Empire serie de gansters en las que actores como Vincent Piazza, Lucky Lucciano, se nos muestran tal y como vinieron al mundo, aunque un poco más crecidos, sobre todo en algunas partes. También HBO nos ofrece otros géneros como westerns como es Deadwood en el que actores como Nick Offerm, Thomas Jane o Ray Drecker se dejan ver por completo, haciéndonos ver que el desnudo no es sólo parte de los géneros históricos. En la misma cadena el género de fantasía la serie Oz nos ofrece entre otras la anatomía de Christopher Meloni.

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En el otro lado, en la plataforma Netflix, también se nos ofrecen largos argumentos para seguir algunas de sus series. En Club de cuervos una familia de México que se hace cargo de un club de fútbol. Una serie en la que hombres, deportes y vestuarios son una constante, el morbo y los desnudos masculinos tenían que ser constantes. Joaquin Ferreira es uno de los agraciados. Pero hay más ejemplos, en la serie Sense 8 el español Miguel Ángel Silvestre, entre otros, dota a la serie de los hermanos Wachowski de un largo interés; The Client list, una serie en la que los masajes son casi los protagonistas no podían faltar con qué subirnos la libido a nosotras. Los Borgias, serie medieval llena de intrigas, para algunos el Juego de Tronos de Netflix el sexo es una vez más un buen aliciente. También en Da Vinci demons a los 59″ de su primera secuencia ya aparece un desnudo masculino, el de Hugh Boneville.

Otros clásicos que estimularon nuestro erotismo fueron series como True Blood, una serie de vampiros con un importante apetito de sangre y de sexo. Aunque una vez más ellas acaparen los centímetros de pecho y de pubis, algunos actores como Stephen Moyer, Alexander Scargard o Ryan Kwanten sacian su sed de sangre y de lujuria sin nada encima. En Black Sails, un barco pirata cargado de hombres fornidos, paradogicamente hay casi tantos desnudos femeninos como masculinos, pero sin embargo están ahí. Algunos como el de Zach McGrowan nos muestran integralmente las duras exigencias de la vida en el mar. También hay escenas sexuales en Shameless, un padre soltero con sus hijos, Ryan Malntyre.

En un lugar radicalmente diferente están series en las que ellas son las protagonistas. Orange is the new black fue una de las más exitosas. En ellas las protagonistas son mujeres casi en exclusiva compartiendo un penal y duchas, con lo que los conflictos sin ropa son constantes. Excepcionalmente hay también desnudos masculinos. En un genero radicalmente diferente de los anteriores, en Girls, a sus protagonistas les encanta estar desnudas. En esta serie se muestra sexo y desnudos con total naturalidad. Claro está que Lena Dunham, su protagonista y productora, acapara la mayor muestra de piel desnuda, pero también hay hombres, genitales, escenas de sexo y todo aquello que, esta vez sí, requiera el guión.

Así, como vemos, los desnudos en las series, sobre todo americanas, es algo ya más que habitual. Y aunque son mucho más comunes entre las mujeres que entre los hombres, estos también nos dejan interesantes momentos. Ya casi en cualquier película o serie es habitual es que a ellas se les vea el pecho y a ellos el trasero, pero en las tan de moda series los desnudos integrales ya son habituales. Sin embargo, más que en ellos, los desnudos integrales son más que habituales entre las protagonistas femeninas.

«La desnudez de la mujer no tiene que ver con la trama, tiene que ver con tratar a la mujer como objetos y a los hombres como seres humanos. El problema es sistémico. Los cuerpos de las mujeres existen en muchos de los variados mundos de HBO para servir a los hombres, devolviéndonos a una cultura de derechos masculinos». Con estas palabras se expresaba la crítica Sezin Koelher en un artículo The Society Pages que se hizo viral. En él nos recordaba la controversia sobre el cuerpo de la mujer en la pantalla. Esperamos que en adelante los productores se fijen un poco más en nosotras.

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